lunes, septiembre 9, 2024

Noticias de Colombia y el Mundo

El Gobernador Jaramillo y el Alcalde Ríos, entre timadores y mitómanos

Más Leídos

Antes de escribir esta columna, me detuve a pensar acerca de la condición de los dos personajes a quienes me refiero. Me dije, son gobernantes, condición que exige cierto decoro, cierta honorabilidad, cierto respeto. Me pregunté ¿poseerán decoro y honorabilidad?

Entonces acudí a los libros, consulté a Séneca (4 a. C–65 d.C.), a Cicerón (106 a. C.– 43 a. C.), quienes dedicaron buenas horas a escribir sobre la honorabilidad, concluyendo que para todo cargo público se precisaba decoro, justicia, prudencia y magnanimidad. Acotaron así mismo que el honor del cargo conllevaba, el deber de honrarlo, y concibieron la honorabilidad como una cualidad moral de una singularidad suprema.

Después de mis lecturas, me detuve un poco a meditarlo y terminé concluyendo que los dos gobernantes que tenemos, no tienen decoro, no son honorables, ni se aproximan a serlo y, en consecuencia, debía expresar lo que desde hace tiempo pienso y conozco de ellos. 

Dos términos, dos palabras: mitómano y timador, parecieran no tener nada en común, pero, cuando se trata de estudiarlos o aplicarlos como rasgos distintivos de algunas personas, si tienen mucho. Ambos términos podrían aplicarse con un grado de precisión extrema a los dos gobernantes que tenemos, uno en el edificio de 19 pisos de la plaza de Bolívar y, el otro, el de 5 pisos, en el CAM, o antiguas galerías. 

Veamos, primero, que dice la Real Academia Española de la Lengua de ambos vocablos: Mitomanía: 

1.“Tendencia morbosa a desfigurar, engrandeciéndola, la realidad de lo que se dice”.

2.“Tendencia a mitificar o a admirar exageradamente a personas o cosas”.

Y podría agregar para formar un cuadro mucho mejor: tendencia o inclinación patológica a fabular o transformar la realidad al explicar o narrar un hecho. Tendencia a mitificar a una persona, una cosa o un suceso determinados. Mentira patológica o pseudología fantástica. trastorno psicológico que consiste en mentir de manera compulsiva y patológica. 

El mitómano falsea la realidad para hacerla más soportable e incluso puede tener una imagen distorsionada de sí mismo, generalmente con delirio de grandeza.

Timar: 

  1. Quitar o hurtar con engaño. 2. Engañar a alguien con promesas o esperanzas.

Otras palabras sinónimas, ayudan a definir muy bien al timador profesional, tales como:

embaucador, estafador, trapacero, ladrón, engañabobos – enredador, truhan, aranero, camandulero, embustero, chupónfullero.  

Timar y Mentir compulsiva y patológicamente, es lo que ambos hacen, diariamente. Uno habla del billón de pesos, de recursos gestionados por él; casi se atreve a decir que aportados por él. Y, lo dice con desparpajo y sin ruborizarse.

Veamos un poco las actuaciones de Jaramillo: Al Senador, encartado hoy con la justicia, a quien llamaba su mejor “amiguis” y, quien le colocó la banda departamental en el momento de su posesión, del cual es sabido públicamente le costeó la campaña, cuyos dineros no fueron reportados o no aparecieron en las cuentas oficiales (y las autoridades no investigan), le nombró como gerente del fondo de vivienda departamental (convertido luego en “PROYECTA”), a un personaje de Manizales (Pablo Cesar Herrera), detenido y también encartado (hoy) en el proceso de las marionetas. 

Para “solucionar” el entuerto de “PROYECTA” trae de Medellín, a otro “JARAMILLO”, Lucas (recientemente denunciado como partícipe en la defraudación Centros Poblados en el caso ABUDINEN), para engrosar la familia Jaramillo, que hoy gobierna. 

El señor Castaño tendrá mucho qué decir en cuanto a sus relaciones con el Gobernadora, por ejemplo, cuánto fueron los recursos “invertidos” en la financiación de su campaña (el CNE, ni las otras autoridades han investigado), qué proyectos desarrollaron con él y con “proyecta” y cómo fue el rescate de la camioneta que le prestó y que tuvo que quitársela a la fuerza, antes de que le sucediera, lo que le sucedió a un amigo mío, que en anterior campaña, le prestó un carro, no lo devolvió, y lo vendió sin sonrojarse ni pedir disculpas; amigo con quien tiene una cuantiosa deuda, de dineros prestados para su campaña al Senado, que tampoco reportó, oficialmente.   

El otro, el Ríos, se saca una mentira de la boca para meterse otra. Habla de independencia y autonomía cuando solo es un títere que hace lo que le diga el titiritero. En campaña juró y rejuró, por todos los medios de comunicación que no tenía ninguna relación, con TOTO; y, TOTO, fue quien dispuso los nombres de su gabinete y desde el primer día y hasta hoy, es quién gobierna y da órdenes en la alcaldía (y las autoridades no investigan). 

Como al del piso 19, también le financiaron su campaña, dineros que no fueron reportados oficialmente (y las autoridades no investigan); muchos recursos recibidos, que le fueron prestados, no los ha pagado, él los conoce con lujo de detalles. Como la canción de Juan Gabriel y que interpreta también, magistralmente, Isabel Pantoja: “así fue”.  

Estos dos personajes, normalmente hablan de logros y de situaciones favorables buscando causar admiración en los demás, pero, no son más que timadores y mentirosos confesos que se creen sus propias fantasías.

La mentira, el engaño, la trapacería, son sus hábitos de vida. A pesar de ser descubiertos, insisten en sus mentiras. A ambos se les puede colocar como ejemplo de personas sin principios, porque, además se les puede agregar muchos otros calificativos negativos: falsos, cínicos, desvergonzados, desleales, tramposos, lagartos.

Dos administraciones siniestras, dos administraciones caracterizadas por la ineptitud y la mentira. Dos gobernantes, elegidos con bajísima votación (la menor en toda la historia), casi gana el voto en blanco, no llegaron a gobernar, llegaron a echar cuentos y a timar.  

Dineros para financiar sus campañas (no reportados oficialmente) no los han pagado. Por ser tramposos y truhanes, no pagan. 

Los timadores se las saben todas, son rufianes que estafan. 

 

Por: José Gustavo Hernández Castaño (*)

(*) Magister en Ciencias Políticas

E-mail: gustavo.hernandez@bambucomunicaciones.com

 

Post scriptum: Antes de concluir esta columna (hoy 29 de abril) fui informado que la fiscalía había hecho allanamiento a las oficinas de la alcaldía de Armenia. Noticia sin confirmar

Días antes, entre el 21 y 23 de abril, también fui informado que hubo mucho movimiento en la oficina del alcalde. Se habla que sacaron documentos, computadores y otros equipos. Y, hoy se habla que, cuando ya habían escondido todo y desaparecido evidencias, apareció el CTI de la fiscalía. Noticia sin confirmar.

Los organismos de inteligencia sabrán hacer el trabajo de investigación para impedir la burla y evitar se diga que se trató de una completa pantomima. 

 

- Publicidad -spot_imgspot_imgspot_imgspot_img
- Publicidad -spot_img

Más Articulos

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Espacio Publicitario -

Agencia digital especializada en el diseño y desarrollo de páginas web a la medida.spot_img

Últimos articulos