Por: José Gustavo Hernández Castaño (*)
…. Continuación
Entre las muchas políticas y programas que se desarrollaron en la Secretaría de Educación del municipio de Armenia entre los años 2.001 a 2.003, es necesario reseñar las siguientes:
- Los uniformes escolares.
El alcalde Mario Londoño Arcila, al comienzo de su administración me plantea que una de sus políticas estaría orientada a dotar de uniforme escolar y calzado a los estudiantes del municipio; me pide estudiar la parte legal y presupuestal, para identificar si se podían destinar recursos del Sistema General de Participaciones para su implementación, dada la precariedad de los recursos propios del municipio. El propósito de esta política era ayudar a las familias por sus elevadas condiciones de pobreza.
Hice las consultas con las áreas presupuestal y jurídica encontrando la viabilidad en los dos componentes. Como secretario hice la gestión ante el Ministerio de Educación Nacional y lo logramos.
Fue una política que se implementó de manera gradual, hasta llegar a todos los estudiantes matriculados de preescolar y básica primaria al comienzo, y primeros grados de secundaria, en la parte final del mandato (2.003).
La primera oposición a enfrentar fue la de algunos rectores que ya tenían cada uno su diseño y organizada la compra en determinados talleres de confección. La segunda oposición la de los dueños de esos talleres. En un proceso de socialización logramos su comprensión y su receptividad, pues, los grandes beneficiados serían las familias y sobre todo las más pobres.
- La alimentación escolar.
Para el año 2.001 la alimentación escolar corría por cuenta del ICBF, era por muy pocos días arrancaba muy tarde (abril- octubre con suspensión en vacaciones de mitad de año), y su cobertura era muy escasa (abarcaba poco número de estudiantes).
En un proceso de discusión y de oposición al comienzo, se logró concertar, finalmente, con la regional del ICBF el traslado de la cuota parte de los recursos que correspondía de ese organismo, al municipio de Armenia.
La Secretaría de Educación trasladó estos recursos, unidos a los del municipio a cada institución educativa (I.E.) para el manejo descentralizado del restaurante escolar. Igualmente, se dotó a cada I.E. del menaje, ajuar, o atalaje, para la adecuación e implementación del restaurante escolar. Hubo resistencia al comienzo; después, quienes se opusieron vieron las bondades de la implementación de esta política. Cada director o rector organizó con las madres de los estudiantes en cada colegio el equipo encargado de cocinar los alimentos y la atención de este servicio. Este programa fue un completo éxito, hasta recursos alcanzaron para darles natilla y buñuelo al final del año.
- El Museo interactivo de Ciencia y Tecnología.
Con la Universidad Nacional de Colombia y con el Museo interactivo MALOKA en Bogotá, tramitamos la consecución e instalación de un Museo interactivo de Ciencia y Tecnología en dos bodegas de la Estación del ferrocarril. También, se ubicaron dos grandes y modernos telescopios, para observación astronómica, en las dos terrazas del edificio Republicano. Este museo tuvo como objetivo ayudar al apoyo curricular y científico a todos los establecimientos educativos del municipio. Un equipo especializado de docentes fue capacitado y encargado de su manejo. Por este museo desfilaron todos los estudiantes del municipio. (me pregunté meses después y, me sigo preguntando hoy, dónde fueron a parar estos equipos, luego de no darse continuidad a esta política educativa)
- Laboratorios de robótica y electrónica.
Para contribuir al mejoramiento de la calidad educativa se dotó a todas las instituciones educativas de laboratorios de robótica y electrónica. Se implementó a través de ellos la feria de las ciencias. Igualmente, como apoyo de la formación académica, se organizó convenio con el programa semilleros de la Universidad del Quindío.
Antes de terminar el 2.003 se había iniciado con un equipo especializado en asuntos de electrónica la consecución e implementación de tableros inteligentes, para reemplazar las rígidas pizarras, la tiza y el tablero de cemento.
- El Historial Pedagógico y académico.
Con un equipo de orientadores escolares (Psico-orientadoras y Psicólogas) que dirigía el programa en el municipio iniciamos la discusión y la elaboración de este proyecto, quedando en su primera fase de formulación.
El proyecto estaba orientado a organizar una aplicación que permitiera el registro del historial pedagógico y académico de todos y cada uno de los estudiantes matriculados. El registro abarcaría toda la historia del estudiante desde el momento que ingresaba al sistema educativo en preescolar hasta su culminación de estudios en el nivel medio. En él se registraría, además de la historia académica por asignatura o área del conocimiento, sus niveles de comportamiento social y estudiantil.
El registro debía abarcar también la identificación temprana de los talentos, explorar las motivaciones y las aptitudes de los estudiantes; igualmente, las limitaciones o niveles de discapacidad cognitiva, con el propósito de hacerle la atención adecuada y necesaria a los estudiantes talentosos como a los que presentaban alguna discapacidad y su correspondiente registro a lo largo de su transcurrir por el sistema educativo.
Un registro completo que diera cuenta de la historia de vida estudiantil de cada alumno matriculado, similar a la historia clínica que se lleva en el sistema de salud.
El historial pedagógico y académico registrado con la ayuda de una aplicación tecnológica, permitiría que el estudiante que pasaba de un colegio a otro, por cambios en la residencia de su familia, no llegaba como nuevo, sino que, con él, iba su historial a partir del número de su identificación.
Al día de hoy, veinte años después, el Ministerio de Educación Nacional ha desarrollado algunas aplicaciones, pero, todavía no dan cuenta del historial completo de cada estudiante.
- Los Talleres de educación No Formal.
Como una política de extensión en lo social se organizaron varios talleres de Educación no Formal (educación para el trabajo y el desarrollo humano); allí se desarrollaban manualidades, artes y oficios, dirigidas a las familias y madres de los estudiantes. Se hizo dotación completa de estos talleres en dos bodegas de la Estación del Ferrocarril y en las instalaciones de la sede Luis Carlos Galán del colegio del barrio la Isabela. Igualmente, se pagaban las instructoras especializadas en cada modalidad encargadas de la enseñanza y el mantenimiento de cada taller. (me pregunté meses después y, me sigo preguntando hoy, dónde fueron a parar estos equipos, luego de no darse continuidad a esta política educativa)
Con la llegada del nuevo alcalde, David Barros Vélez y el nuevo secretario de educación, los anteriores 6 programas se interrumpieron. Los grandes perjudicados fueron los estudiantes, las familias y en general la educación del municipio.
- Rectores que se consideraban inamovibles.
Buena parte de las Rectorías (no todas) eran cuotas políticas; la mayoría había llegado allí con el respaldo de uno u otro dirigente político. En los cambios que se introdujeron en la parte administrativa y la conformación de 28 Instituciones Educativas completas, con sede central y alternas, hubo necesidad de producir modificaciones y traslados. Muchos directores de primaria, pasaron a ser coordinadores, otros tuvieron que ser reubicados en sedes diferentes. Primero traté de convencer aceptaran ser trasladados, encontrando cerrada oposición de algunos, incluida, movilizaciones de estudiantes, profesores, y padres de familia con el acompañamiento de líderes políticos; se consideraban inamovibles. Un traslado que recuerdo muy bien fue la de la señora Rectora del INEM, quien no quiso aceptar el traslado para la Ciudadela del Sur, en el barrio Puerto Espejo. Hubo que notificarla por estado, esperar los términos y luego aplicarle abandono del cargo por no concurrir a trabajar donde se le había traslado.
- los llamados privilegios.
Algunos Rectores, algunos Directores de Núcleo, algunos Supervisores, trabajaban en tiempo de su jornada laboral como funcionario público, simultáneamente, en colegios privados, o en Universidades.
Llamé la atención sobre esta situación y logramos corregir a tiempo. Nuestro interés era dedicar todas nuestras capacidades y toda nuestra atención al mejoramiento del servicio educativo. Después de una larga discusión, encontré muy buena aceptación. Igual situación ocurría con una buena parte de los profesores de los Nocturnos, quienes trabajaban en el día en el sector privado y en la noche llegaban cansados a cumplir su jornada. Rendían mucho en el día, en la noche acusaban cansancio y bajo rendimiento. Por fortuna esta situación se pudo corregir.
- Las relaciones con el sindicato de los educadores (SUTEQ).
Con quienes fueron mis colegas de trabajo (la docencia) y del sindicato, las relaciones fueron de respeto y de independencia, desde visiones distintas de la realidad en ese momento.
Ya me había desempeñado como docente en los colegios privados Carlomagno y San Francisco Solano, en la década de los años setenta. A partir de 1.980 hasta el año 1.997 en el sector público (año de mi renuncia), en los colegios Normal Departamental de Quimbaya y Colegio Robledo de Calarcá. También fui profesor catedrático en las Universidades del Quindío y Antonio Nariño en Bogotá.
Desde mi nombramiento como docente oficial me afilié al sindicato de educadores, SUTEQ, y un año después (1981) sería su presidente hasta el año 1.991.
Llegué a la docencia pública, por la entereza y la ayuda de mi amigo Horacio Duque Giraldo, quien para la época era el delegado del Ministerio de Educación Nacional, ante el Fondo Educativo Regional del Quindío, gestionó mi nombramiento como docente en el año 1.980.
Con Horacio nos ha unido una amistad de muchos años desde nuestro paso por el Colegio Rufino José Cuervo (en los años setenta), posteriormente compañeros de trabajo en el colegio San Solano y nuestra identidad con las luchas sociales, las luchas estudiantiles y un pensar progresista y de izquierda.
(*) Magister en Ciencias Políticas
E-mail: gerencia@bambucomunicaciones.com