Por: José Gustavo Hernández Castaño (*)
La educación de comienzos del Siglo XXI había experimentado un proceso transformador en su realidad y en sus normas. Las instituciones o establecimientos educativos definidos en el artículo 138 de ley General de Educación (ley 115 de 1.994) son muy diferentes a los años precedentes.
La educación como parte de la realidad cambiante estaba experimentando cambios en la normatividad, la conceptualización y la resignificación. La constitución de 1.991 definió un nuevo modo y una razón de ser de la educación.
Una era la educación inicial y preescolar; otra la educación primaria; y otra la secundaria y media, a mediados y bien entrado el segundo cincuentenario del siglo pasado (S. XX); otra la educación a partir de la nueva constitución de 1.991, la ley 60 de 1.993 y la ley 115 de 1994; y otra bien distinta, la educación en pleno desarrollo, a comienzos del presente siglo (2.001).
Un hito histórico nacional es la creación en 1968 del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar; con él, empieza a hablarse de Educación Inicial y preescolar. En 1977-1978 Empieza a gestarse el Currículo en Educación Inicial; en 1.988 se crea el Grupo de Educación Inicial MEN PEFADI Capacitación Madres Comunitarias; en 1.989 a través del Decreto 2737 se establece el Código del Menor; en el mismo año la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención sobre los Derechos de los Niños y Colombia la ratificó por medio de la Ley 12 de 1991, como precedentes de la Ley 1098 de 2006, Código de la Infancia y la Adolescencia; así mismo se introdujo en la Declaración de Jomtien Tailandia, en 1.990, en la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos; finalmente, se puede decir que a partir de la ley 115 de 1994 (Ley general De Educación) se reconoce a la educación preescolar como un grado obligatorio y como un nivel educativo que tiene enorme importancia en la formación y desarrollo del niño.
El país era uno, antes de la primera cincuentena del siglo XX; otro, en los segundos 50 años; y otro, a comienzos del siglo XXI. Cambios importantes se experimentaron en la relación poblacional rural y la urbana. El país fue pasando de las pequeñas aldeas, los pueblos con gran concentración rural, a las grandes ciudades de concentración urbana.
La pirámide poblacional se había invertido, a finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI, ya era mayor la concentración urbana; la población de antes de los años setenta del siglo XX, vivió en la ruralidad.
A pesar de grandes avances durante la segunda mitad del siglo XX, al finalizar los años noventa el sector educativo colombiano seguía presentando bajos niveles de cobertura, eficiencia y calidad; también, existían vaguedades en las competencias y las obligaciones, en términos administrativos, y financieros, de los diferentes niveles de la acción gubernamentales (Nación, Departamento, Municipio).
Se presentaron cambios en la resignificación de los contenidos educativos y en las asignaciones salariales de los educadores. Conceptos y categorizaciones, tales como: escuela y maestro, para referirse a la educación primaria; colegio y profesor, para referirse a la educación secundaria y media, fueron cambiados por establecimiento educativo o institución educativa y el servicio prestado por niveles, y, por educador o docente.
Antes del estatuto docente (1.979) uno era el escalafón y el sueldo de los maestros de primaria; otro el escalafón y la asignación salarial de los profesores de secundaria; los sueldos eran muy bajos, muchísimo más los de los maestros de primaria.
El estatuto docente, decreto extraordinario 2277 de 1.979, unifica y dignifica la carrera docente, introduce importantes cambios en su categorización y su escala salarial; el decreto 1278 de 2002, produce otros cambios; hoy se hacen necesarios otros que unifiquen y actualicen, haciendo justicia y poniéndose a tono con la nueva realidad educativa.
A partir de la ley General de Educación (ley 115 de 1.994) y la ley del situado fiscal (ley 60 de 1.993) se produjo un proceso de transformación y de cambios graduales que se estaban dando con la lentitud y el acomodo a la politiquería regional; ya había dicho en escrito anterior que, para la época, era el sector político de Don Emilio quien tenía el control de ambas secretarías (Departamental y Municipal).
En las instituciones educativas a finales del siglo XX de Armenia (así ocurría en todo el país), existía una especie de estratificación de las instituciones educativas (primera, segunda y tercera categoría) que era necesario superar.
Esa fue mi labor como Secretario de Educación del municipio durante los tres años (2.001 al 2003).
El estado del arte de las instituciones educativas en el año 2.001
El siguiente era el estado del arte de las instituciones educativas en el año 2.001:
En la primera categoría estaban los Colegios Nacionales, en su orden: CASD, INEM, Nacional, Normal Nacional, Instituto Técnico Industrial, y entre ellos (sin proponérselo) había un tratamiento desigual. Los colegios Nacionales eran considerados de mejor familia, a ellos se les asignaba mayor presupuesto, mejores y mayores dotaciones, los rectores de los colegios eran los niños mimados del político de turno, el Congresista del momento. Los recursos y dotaciones de estos colegios tenían tres fuentes de gestión: nacional, departamental y municipal.
Desde su fundación los llamados colegios Nacionales, sobre todo, los de última creación, los congresistas del Departamento tuvieron demasiada influencia en los nombramientos de sus profesores y sobre todo de sus Rectores. Eran verdaderas cuotas políticas de los congresistas del momento.
La segunda categoría estaba conformada por los colegios de bachillerato, es decir, los colegios de secundaria y media. Los colegios de esta categoría, aunque tenían mejor presupuesto y dotación que las escuelas de la tercera categoría, estaban muy lejos y distantes de los de primera categoría. La fuente de sus recursos no llegaba al orden nacional, se mantenía en el nivel departamental.
En la tercera categoría, las escuelas primarias, eran el patito feo de las instituciones educativas, con muy bajo presupuesto, casi nula dotación, adolecían de serios inconvenientes para un pertinente y adecuado servicio educativo. La mayoría de ellas, por no decir la totalidad, con precarias dotaciones en recursos pedagógicos, técnicos o tecnológicos, ningún laboratorio.
A comienzos de la década de los ochenta del siglo pasado, era tal el abandono del gobierno y del Estado que la dotación de las escuelas para atender el aseo, corrió por cuenta del narcotraficante, Carlos Ledher Rivas, convertido en político. Los directores de las escuelas dirigían oficios, pidiendo y hacían cola reclamando, en la sede central del Movimiento Cívico Latino (dos cuadras arriba del restaurante “la Fogata”). Carlos Ledher, se convirtió en su mecenas.
Desde el primer día de 2.001 me di a la tarea de visitar, una a una, las plantas físicas (la mayoría en el suelo), para observar en directo sus precarias condiciones; como resultado de esta visita pude enterarme y observar discriminaciones y situaciones irregulares que debía afrontar y superar.
Algunos a manera de ejemplo: el colegio Liceo Universitario (nocturno) compartía planta física con la escuela de primaria en la sede, que por fortuna no se cayó con el terremoto, donde funciona hoy la ESAP (carrera 12 entre calles 16 y 17). El colegio poseía una sala de 40 computadores y una biblioteca, medianamente dotada; computadores y biblioteca que solo prestaban servicio para el colegio; la escuela sin biblioteca y sin computadores, sus estudiantes solo podían verlos a través de las rejas y los poderosos candados que garantizaban su seguridad.
La escuela Fundadores del barrio Galán (tampoco había caído con el terremoto) tenía dos aulas de clase repletas de pupitres nuevos y sin usar, mientras tanto, en la escuela del Barrio Rojas Pinilla, estudiantes sentados en el suelo, con pupitres y sillas viejas colgando de las barandas de las escalas, por entre las que había que abrirse espacio para acceder a la segunda planta; la desadministración era su característica, en el patio, en medio de la basura y por entre la maleza se dejaban ver cantidad de sillas dañadas.
Como estas, se presentaban otras situaciones similares en otros establecimientos educativos, por tal razón hubo necesidad trasladar bienes muebles y enseres de uno a otro establecimiento educativo y, hacer conciencia en el mejoramiento de la gerencia administrativa.
¿Qué había y qué se propuso?
Lo que había:
Las instituciones educativas en el municipio de Armenia estaban compartimentadas, había entre escuelas de primaria y colegios de secundaria y media, cerca de sesenta (60) en el día, y cinco (5) nocturnas; cada una con director o rector, funcionando por separado; con pobrezas de presupuesto y dotación, todas; Las primeras sin dotación, sin laboratorios, con extrema pobreza; los segundos con alguna dotación, también acusando serios niveles de precariedad y pobreza. En primaria un profesor por grupo, dando todas las áreas del conocimiento; en bachillerato, un profesor por área del conocimiento.
Lo que se propuso y logró cambiarse:
Terminar con la compartimentación de los niveles de educación.
Organizar instituciones educativas completas que tuvieran todos los niveles: preescolar (mínimo un grado), básica primaria, básica secundaria y media, es decir, instituciones completas, que ofrecieran la prestación del servicio desde el nivel preescolar hasta el nivel de educación media, con una sola administración, una planta completa de profesores y administrativos, descentralizando el servicio por sedes educativas cercanas todas en el entorno del área geográfica, con similares características socio-ambientales y culturales.
Estas propuestas que tuvieron cerrada oposición al comienzo, terminaron siendo aceptadas e implementadas en todo el municipio; en consecuencia, quedaron un total de veintiocho (28) instituciones educativas completas, en el día, y una institución para educación de adultos, en la noche.
Se pasó a organizar reformas en el terreno curricular y la asignación académica bajo parámetros de equidad para los profesores, respetando su preparación, pasando del profesor por grupo, en primaria, para pasar al profesor por área del conocimiento, buscando el mejoramiento de la calidad.
Se cambió el concepto de escuela, colegio, y centro docente, discriminatorios en su esencia, resignificándolos en el concepto establecimiento educativo o institución educativa.
Se cambió el concepto de escuela y colegio asociado a planta física, para trascenderlo, a lo pedagógico, a lo curricular, a lo educativo, ya no pegados a una planta física, sino, a un modelo pedagógico, pensado en el mejoramiento de los indicadores de cobertura, calidad, eficacia y eficiencia para garantizar el derecho fundamental a la educación y un buen servicio educativo.
Surgieron nuevos modelos pedagógicos, nuevos enfoques, centrados en la importancia del desarrollo cognitivo y social.
Otros cambios importantes, los detallaré en escrito posterior.
(*) Magister en Ciencias Políticas
E-mail: gerencia@bambucomunicaciones.com