Por: José Gustavo Hernández Castaño (*)
Señor Gobernador, señor alcalde de Armenia, señores alcaldes de los 12 municipios, indistintamente de los partidos por los cuales fueron elegidos e independientemente de sus ideologías o formas de pensar, hay que reflexionar y cavilar es en el Departamento, la ciudad Capital, y los 12 municipios, pensando en el desarrollo del territorio y el mejoramiento de la calidad de vida de sus ciudadanos.
Con recursos propios no lo lograremos, ellos son escasos, razón suficiente, para entender que hay que mejorar los niveles de gestión e interlocución con el Gobierno Nacional.
Sí, se quiere acceder a recursos del presupuesto Nacional, es imperativo articular los Planes de Desarrollo Territorial y locales, formulando proyectos que apunten a los cinco ejes temáticos del Plan Nacional de Desarrollo: (1) ordenamiento del territorio alrededor del agua y justicia ambiental, (2) seguridad humana y justicia social, (3) convergencia regional, (4) transformación productiva, internacionalización y acción climática y (5) derecho humano a la alimentación; y, a los 13 proyectos, incluidos en el Plan Plurianual de Inversiones.
Dos guías, dos orientaciones, dos Nortes: uno, mejorar los niveles de gestión (articulando nuestros Planes, al Plan Nacional); dos, recuperar los niveles de interlocución con el gobierno, las autoridades y las entidades del orden Nacional.
Los ciudadanos del Departamento, y de los doce municipios, esperamos de los nuevos gobernantes que administren defendiendo el interés general; que actúen de manera independiente y autónoma; que dirijan con criterio; que conformen un nuevo, eficiente y eficaz equipo de Gobierno, nada que huela al farragoso inmediato pasado.
En el Departamento y los doce municipios, hay profesionales de todas las disciplinas, preparados, estudiosos, con conocimiento de lo público y, con talante para administrar, para conformar un buen equipo. No se dejen encerrar por los lagartos de siempre, aduladores de profesión, “encantadores de serpientes” que solo buscan lograr sus propósitos, los de ellos; lagartos que son amigos de todos y de todo; lagartos de profesión que, dicen saberlo todo, toman el color que les conviene y, como los líquidos, adoptan la forma del recipiente que los contiene.
Señores Diputados y concejales electos, los ciudadanos los eligieron para que hagan el control político, adecuado, pertinente, y necesario. No más chantajes, no mas actuar bajo presión ni pensando en la mermelada y el interés particular. Ustedes fueron elegidos, para que en compañía del Gobernador y el alcalde saquen al Departamento y los 12 municipios de las problemáticas denunciadas, por ustedes mismos, en campaña.
Ustedes, son buenos conocedores de las problemáticas más apremiantes, para lo cual se requiere de la formulación unas políticas públicas, que den respuesta oportuna y adecuada a cada una de ellas. Saben que las políticas públicas han sido definidas por los académicos, los expertos y los organismos de planeación, en el orden nacional e internacional, como el conjunto de acciones (de corto, mediano y largo plazo) que responden a las necesidades de la población y generan oportunidades de desarrollo o dan respuesta a problemas, enmarcados en la garantía de derechos constitucionales y sobre la base de la participación, acuerdos y consensos entre el Estado, la sociedad civil y el sector privado.
Las políticas públicas, en términos de los académicos no son más que “las sucesivas respuestas del Estado, del “régimen político” o del “gobierno de turno”, frente a situaciones socialmente problemáticas.
Hay que sacudirse del lastre del pasado, si, se quiere hacer un buen gobierno. Detrás de ustedes están los negociantes al acecho, trayendo consigo la valija del desvío, la maloliente valija que los puede llevar al despeñadero.
El Departamento y los municipios necesitan gobernantes con autoridad, no genuflexos. Ya no más gobernantes en la sombra, ya no más gobernantes que gobiernan con pistola al cuello.
(*) Magister en Ciencias Políticas
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