Qué es el Mercurio y afectaciones a nuestra salud.
El mercurio existe en la tierra en varias formas: elemental, orgánico o inorgánico, existe naturalmente en la tierra como mineral (cinabrio) y es liberado por erupciones volcánicas y meteorización de rocas. A pesar del que el mercurio puede ser liberado al ambiente de manera natural, la mayor causa de su liberación es por la actividad humana, ya que es utilizado a nivel mundial en diferentes tipos de industrias como en la producción de cloro-soda, en la fabricación de equipos eléctricos y de máquinas e instrumentos científicos y de laboratorio, en las amalgamas dentales y otros compuestos similares, en la fabricación de productos químicos para fotografía y en la fabricación de lámparas fluorescentes, por mencionar algunos usos; también sus sales tanto orgánicas como inorgánicas tienen aplicaciones industriales en pinturas, en la industria cosmética y farmacéutica, en la producción de algunos catalizadores y en la elaboración de plaguicidas; el mercurio es contaminante de varios minerales de los que se extraen diferentes materias primas y además es parte constitutiva de varios bienes de uso masivo como los termómetros de mercurio.
Una vez liberado en el ambiente, el mercurio puede llegar al aire, agua y suelo a través de una serie de transformaciones. En el agua, el mercurio puede transformarse en metilmercurio (mercurio orgánico) y se bioacumula y biomagnífica en los organismos acuáticos como los peces. De tal forma, los seres humanos están expuestos al mercurio por muchos medios, lo cual, debido a la toxicidad del mercurio, los expone a problemas sobre el sistema nervioso central y periférico, como temblores, dificultades en su movimiento, dolores de cabeza, entre otros. Dada su capacidad de bioacumulación, el mercurio se puede acumular en humanos y generar problemas en el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso de los bebés mientras están en el útero. Por otra parte, el mercurio en el ambiente también puede generar daños genéticos y de reproducción en animales, como por ejemplo las aves.
Los esfuerzos por combatir la problemática ambiental del mercurio en nuestro país están enmarcados dentro de una serie de hitos que comenzaron con la Ley 1658 del 15 de julio de 2013, , luego la firma del Convenio de Minamata sobre el Mercurio el 10 de octubre de 2013 y que fue ratificado el 26 de agosto de 2019. Posteriormente se formuló el Plan Único Nacional de Mercurio (PUNHg) en el año 2014, con actualización en el año 2018, y a partir del PUNHg se formuló el Plan de Acción Sectorial Ambiental de Mercurio (PASAHg). Puedes consultar en www.minambiente.gov.co/asuntos-ambientales-sectorial-y-urbana/.Fuente. Ministerio de Medio Ambiente .
Datos y cifras
- El mercurio es un elemento que está presente de forma natural en el aire, el agua y los suelos.
- La exposición al mercurio (incluso a pequeñas cantidades) puede causar graves problemas de salud y es peligrosa para el desarrollo intrauterino y en las primeras etapas de vida.
- El mercurio puede ser tóxico para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel y los pulmones riñones y ojos.
- Para la OMS, el mercurio es uno de los diez productos o grupos de productos químicos que plantean especiales problemas de salud pública.
- La principal vía de exposición humana es el consumo de pescado y marisco contaminados con metilmercurio, compuesto orgánico presente en esos alimentos.
- El metilmercurio es muy diferente del etilmercurio. Este se utiliza como conservante en algunas vacunas y no supone un riesgo para la salud.
Exposición al mercurio
Todas las personas están expuestas a cierto nivel de mercurio. En la mayoría de los casos se trata de niveles bajos, debidos casi siempre a una exposición crónica (por contacto prolongado, ya sea intermitente o continuo). Pero a veces la gente se ve expuesta a niveles elevados de mercurio, como ocurre en caso de exposición aguda (concentrada en un breve lapso de tiempo, a menudo menos de un día) debida por ejemplo a un accidente industrial.
Entre los factores que determinan eventuales efectos sobre la salud, así como su gravedad, están los siguientes:
- La forma de mercurio de que se trate;
- La dosis;
- La edad o el estadio de desarrollo de la persona expuesta (la etapa fetal es la más vulnerable);
- La duración de la exposición;
- La vía de exposición (inhalación, ingestión o contacto cutáneo).
En términos generales hay dos grupos especialmente vulnerables a los efectos del mercurio. Los fetos son sensibles sobre todo a sus efectos sobre el desarrollo. La exposición intrauterina a metilmercurio por consumo materno de pescado o marisco puede dañar el cerebro y el sistema nervioso en pleno crecimiento del bebé. La principal consecuencia sanitaria del metilmercurio es la alteración del desarrollo neurológico. Por ello, la exposición a esta sustancia durante la etapa fetal puede afectar ulteriormente al pensamiento cognitivo, la memoria, la capacidad de concentración, el lenguaje y las aptitudes motoras y espacio-visuales finas del niño.
El segundo grupo es el de las personas expuestas de forma sistemática (exposición crónica) a niveles elevados de mercurio (como poblaciones que practiquen la pesca de subsistencia o personas expuestas en razón de su trabajo). En determinadas poblaciones que practican la pesca de subsistencia (del Brasil, el Canadá, China, Columbia y Groenlandia) se ha observado que entre 1,5 y 17 de cada mil niños presentaban trastornos cognitivos (leve retraso mental) causados por el consumo de pescado contaminado.
Historia por la cual se creó el Convenio de Minamata.
Un elocuente ejemplo de exposición al mercurio con consecuencias para la salud pública se produjo en Minamata (Japón) entre 1932 y 1968: durante aquellos años una fábrica de ácido acético estuvo vertiendo en la bahía de Minamata líquidos residuales que contenían elevadas concentraciones de metilmercurio. En la bahía había abundantes peces y mariscos que constituían el principal medio de vida de los ribereños y pescadores de otras zonas.
Durante muchos años nadie advirtió que los peces estaban contaminados con mercurio y que ello provocaba una extraña dolencia que afectaba a la población de la localidad y otros distritos. Al menos 50.000 personas resultaron afectadas en mayor o menor medida, y se acreditaron más de 2.000 casos de la enfermedad de Minamata, que alcanzó su apogeo en el decenio de 1950, con enfermos de gravedad afectados de lesiones cerebrales, parálisis, habla incoherente y estados delirantes.
Efectos sanitarios de la exposición al mercurio.
El mercurio elemental y el metilmercurio son tóxicos para el sistema nervioso central y el periférico. La inhalación de vapor de mercurio puede ser perjudicial para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo y los pulmones y riñones, con consecuencias a veces fatales. Las sales de mercurio inorgánicas son corrosivas para la piel, los ojos y el tracto intestinal y, al ser ingeridas, pueden resultar tóxicas para los riñones.
Tras la inhalación o ingestión de distintos compuestos de mercurio o tras la exposición cutánea a ellos se pueden observar trastornos neurológicos y del comportamiento, con síntomas como temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefalea o disfunciones cognitivas y motoras. En trabajadores expuestos durante varios años a niveles atmosféricos de al menos 20 μg/m3 de mercurio elemental se pueden observar signos subclínicos leves de toxicidad para el sistema nervioso central. Se han descrito efectos en los riñones que van de la proteinuria a la insuficiencia renal.
Fuente: Organización Mundial de la Salud.