Por: José Gustavo Hernández Castaño (*)
“la política es el camino para que los hombres sin principios puedan dirigir a los hombres sin memoria” Voltaire
En Colombia nos hemos venido acostumbrando a que los grandes medios de comunicación tapan un escándalo con otro; ellos saben cómo insuflar, manteniendo su interés oculto: cuidar la espalda a sus jefes, y sus jefes son los poderosos grupos económicos y los potentados “dueños de la política” del país.
En este país por efectos de la corrupción, según estudios e investigaciones realizadas, se pierden anualmente cerca de 60 billones de pesos. Un monstruo de mil cabezas que día a día muestra sus obscuras fauces.
Los grandes medios especializados en publicitar los escándalos (como gran noticia), no le hacen el seguimiento (solo les interesa el escándalo) y, escándalos que se quedan solo en eso, los que los órganos de control no investigan, ni develan, se van quedando en la larga cadena del olvido.
Nuestro país, Colombia, inmensamente rico, con posibilidades reales de llegar a altos niveles de desarrollo, ve frustradas esas posibilidades, porque las manos de los corruptos (públicos y privados) se apoderan de buena parte de su riqueza a través del soborno, la mermelada y la coima.
Una interminable lista recorre el largo y putrefacto camino de la corrupción, escándalo tras escándalo: Chambacú, Foncolpuertos, Dragacol, Invercolsa, Cajanal, DMG (David Murcia Guzmán), los falsos positivos, la Yidis política, las chuzadas, Agro Ingreso Seguro, el Carrusel de la Contratación en Bogotá, el escándalo de la Dirección Nacional de Estupefacientes, el de la Salud en Colombia, la DIAN, el Carrusel de pensiones del Consejo Superior de la Judicatura, Interbolsa, el extraditado general del Palacio de Nariño, Mauricio Santoyo, el escándalo en los Juegos Nacionales, la Comunidad del Anillo, el Cartel del Síndrome de Down en Córdoba, el Caso del magistrado Jorge Pretelt, el cartel de los Cuadernos, el cartel de la Hemofilia, Reficar, el cartel de las Regalías, el cartel de la Chatarrización, el Cartel de la toga, Odebrecht (el de Luis Carlos Sarmiento y los poderosos del país), el escándalo en Triple A y Operación Acordeón en Barranquilla, el cartel de los Alimentos en las Fuerzas Militares, el caso Hyundai en Colombia (Carlos Mattos), el escándalo de las elecciones legislativas de 2018 (Merlano), el escándalo de Fonade o de la «Mermelada Tóxica», el escándalo en la Federación Colombiana de Fútbol, el escándalo de corrupción de la Cuarta Brigada del Ejército, el escándalo en la Universidad Distrital de Bogotá, la Ñeñe política, Memo Fantasma y Marta Lucía Ramírez, centros Poblados o «escándalo Abudinen», Mario Castaño y el Escándalo de las Marionetas. Los destapes sobre hechos de corrupción realizados por el actual gobierno: los bochornosos negocios de la SAE donde están comprometidos anteriores congresistas, generales y hasta la señora madre del expresidente Duque. Los negocios de grandes empresarios alrededor de la venta fraudulenta del petróleo, la UNP en negocios de narcotráfico, que comprometen a su anterior director (el de Duque). Las Chuzadas de Laura Sarabia y Armando Benedetti y Nicolás Petro Burgos, los últimos.
Y solo este último, mediante un uso mediático, lo quieren utilizar para desestabilizar al gobierno del presidente Petro.
Y en medio de este maremágnum, el Quindío y Armenia, no se escapan. Cada escándalo tapa otro, el último tapa el anterior. Para tapar los de ahora, de manera recurrente se cita los de antes, los de valorización. Unos y otros demasiado graves y atentatorios de las finanzas públicas y de los recursos que corresponden a los ciudadanos.
Qué nos podrá decir el señor gobernador, el billonario campeón de la mentira, el inescrupuloso e inepto gobernante (el del estadio de Calarcá) en cuanto a los negociados de las marionetas, de “proyecta”, del actual gobierno y, los contratos del PAE y bilingüismo heredados del anterior y que comprometen al candidato, de Luz Piedad Valencia, a la alcaldía de Armenia, su nuevo títere, el señor Álvaro Arias.
el señor alcalde de Armenia, “la diabla” (la monita) y el “soberano medioeval” (TOTO), el gamín, que gobierna en la sombra, en cuanto a los múltiples contratos que se han hecho en estos casi 4 años de desgobierno. Los cuatro del comienzo (los que están esperando que la justicia actúe), los que comprometen también a su asesor administrativo del momento (Jorge Barrera) representante del partido Independientes (que de independientes no tiene nada), tutor de la candidata a la alcaldía por la Alianza Verde (su señora esposa), fórmula de un candidato “alternativo” a gobernación, el que al parecer está inhabilitado, por doble militancia.
Qué nos podrán decir, de los restantes contratos que comprometen más de doscientos mil millones de pesos ($200.000.000.000). 80 mil millones de pesos ($80.000.000.000) de empréstitos autorizados por unos concejales, hoy, amarrados por el contratismo y la burocracia, a las campañas de sus candidatos a Gobernación y Alcaldías (cuando hablo de “sus candidatos”, me estoy refiriendo a los candidatos de “la diabla” (la monita, también, retrechera) y TOTO, es decir, la mafia política, que quiere seguir gobernando en cuerpo ajeno.
Qué nos podrán decir José Manuel, TOTO y “la diabla” ¿dónde están los 21 mil millones consignados en las cuentas del municipio, por las aseguradoras, relacionados con el negociado de valorización?
Qué nos podrán decir José Manuel, TOTO y “la diabla” de los negocios y el contratismo de EPA y EPQ (fortín burocrático, convertidas en caja menor) que tiene fastidiados a los ciudadanos por su mal servicio, sus elevadas tarifas en los municipios del Departamento.
¿Qué nos podrán decir, de todo lo anterior, también en la CRQ, donde han extendido sus tentáculos?
Qué nos pueden decir, a los ciudadanos (ahora) como tendrán que hacerlo a las autoridades (después) con qué recursos están financiando las costosas campañas de sus candidatos a concejos, Asamblea, alcaldías y Gobernación. ¿Son recursos provenientes de la coima del contratismo y sacado del erario público (20%, 30%) del municipio de Armenia? De la EPA, de EPQ, o, ¿son recursos de otros negocios de dudosa procedencia?
Qué tienen para decir los concejales y dirigentes de los partidos Cambio Radical, ASI, Colombia Renaciente, Fuerza de la Paz, partido de la U, partido Demócrata, AICO, y MIRA, convertidos en “partidos franquicia”, a quienes quebraron su voluntad (presuntamente, comprándolos como cualquier mercancía), por miserables migajas, convertidos como trofeo a su desvergüenza y su pusilanimidad y en tránsito a ser partidos desechables, los que usan hoy, y de botan después. Por mendrugos de pan, trabajan como peones de brega para elegir al próximo títere corrupto de la “diablo-totomanía”.
A eso se acostumbraron estos líderes con mentalidad de alfombra, felices que el amo los pisotee, los “totopisen” o los “monitopisen”.
Un país y un departamento que ha perdido la capacidad de asombro. Se volvió paisaje el actuar corrupto; se volvió paisaje ver a Gobernantes en asocio de paracos y de narcos; se volvió paisaje ver que, entre unos y otros y, en sociedad, deciden en las regiones; se volvió paisaje ver que las autoridades y órganos de control no actúan; se volvió paisaje ver que todo da vueltas como el disco, unos gobernantes haciendo política y los edificios oficiales, convertidos en directorios; se volvió paisaje ver que los recursos del erario público se coloque al servicio de determinadas campañas; se volvió paisaje ver que un ejército de electoreros sean contratados bajo la modalidad de contratos de prestación de servicios, o, interadministrativos, con organizaciones de adulto mayor, o de orientación “filantrópica” mediante contratos a granel para juegos, lúdica, encuestadores y apoyo logístico; también, en campañas de reforestación y siembra de árboles.
¿Las autoridades encargadas de la vigilancia y el control y URIEL, cuándo se decidirán investigar?
Otra cosa dirá los ciudadanos el 29 de octubre, día de las elecciones. Con fuerza y decisión se harán sentir con su voto.
“el que paga para llegar, llega para robar” Carlos Gaviria
(*) Magister en Ciencias Políticas
E-mail: gerencia@bambucomunicaciones.com
