viernes, enero 17, 2025

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Editorial: CUANDO TENÍAN TODO PARA UNIR, LO HICIERON TODO PARA DIVIDIR.

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Por: José Gustavo Hernández Castaño (*)

Una verdad de Perogrullo: “en política hay que sumar, hay que multiplicar, no restar, ni dividir”. Un razonamiento elemental, sencillo, en materia de política electoral y recogido de la sabiduría popular. Pero, para algunos (de pronto muchos) líderes de izquierda y del Pacto Histórico, es lo contrario: “no hay que sumar, ni multiplicar, hay que restar, hay que dividir”.

La torre de babel, en la que se convirtió el Sínodo Cardenalicio de la Dirección Nacional del Pacto Histórico, orientó (ordenó) listas cerradas para Asambleas y Concejos. Queriendo tener el control de todo, no resolvieron nada. Y lo que quisieron resolver, a última hora, a menos de 24 horas del cierre de inscripciones, fue la peor salida para el Pacto Histórico, en términos políticos y electorales.

Su falta de experiencia en los asuntos electorales, unida a su miopía política, la dirección Nacional se equivocó de nuevo, en su visión centralista del liderazgo de la política.

Esa no puede ser la democracia de los partidos, mucho menos, la de los partidos que claman por la ampliación de las libertades democráticas. Esa es la democracia, disfrazada en el discurso, y, convertida en tiranía, por la vía de los hechos. No están muy lejos dos concepciones de la política, en esencia son lo mismo: la tiranía y el mesianismo. No distan mucho, un mesías en la izquierda y, un tirano en la derecha. Esos son los dogmas, esa es la ortodoxia, y esos son los liderazgos autoritarios.

Durante cerca de un año las direcciones, Nacional, y departamentales del Pacto Histórico, fueron conformadas por 6 partidos. Solo hasta el 7 de junio de 2.023 se dio participación al resto de partidos y movimientos (25 en total).

En una circular ambigua, con pretendidos asomos de democracia (circular interna 03 del 7 de junio de 2.023) dejó abierta la posibilidad de listas abiertas o cerradas y, acuerdos consensuados, o consultas, o encuestas, para la escogencia de los candidatos, con llave de cierre final en la dirección centralizada en Bogotá, pues, todo debía enviarse para las decisiones de última instancia. El resultado: no hubo consensos (muy pocos departamentos), tampoco consultas, mucho menos encuestas (excepto Alcaldía de Bogotá). Todo quedó a merced del comité de “sabios”, reunidos en Teusaquillo, para que diera la última palabra.

Convertidos en una verdadera “torre de babel”, no dieron respuestas adecuadas y oportunas; todo lo volvieron confusión y caos. Y, a última hora, a 24 horas del cierre de las inscripciones, deciden como fórmula salomónica: listas cerradas en todo el país, generando una verdadera diáspora de sus partidos integrantes.

Cuando tenían todo para unir, lo hicieron todo para dividir. Esa es una triste verdad, otra verdad de Perogrullo.

En el Quindío, después de la circular interna 03 del 7 de junio de 2.023, y de mucho insistir, fueron aceptados y convocados otros partidos. Reuniones no para hacer análisis que permitieran visualizar un futuro posible, en términos electorales, sino, que sus reuniones se centraron en demostrar qué candidato o cuáles partidos tenían la posibilidad de hacer mayoría. Ningún espacio para las discusiones de coyuntura política y de escenarios posibles, solo buscaban perfilar sus “mayorías”.

Haciendo uso de sus marrullas (acción de buscar el propio beneficio a través del disimulo, el engaño, la trampa o la persuasión), el día 7 de julio, convocaron reunión del Comité Departamental a pesar de que varios miembros habían expresado de antemano no poder asistir. Aprobaron un acta que no expresa la realidad del pensamiento de todos los partidos del P.H. en el Quindío. Presurosos enviaron esa acta a la dirección Nacional del Pacto, donde quisieron demostrar que 4 partidos son mayoría y que 4 es mayor que 12.

Veamos la realidad política. El Comité lo conforman 12 partidos, en la reunión solo estuvieron 7, y, en dicha reunión, 4 partidos votaron por lista cerrada. Esa es la verdad verdadera. Desde ese mismo día, el partido Todos Somos Colombia y otros partidos, solicitaron (sin lograrlo) se corrigiera esa acta y, sobre todo, se cambiara esa decisión y se optara por lista abierta, para mantener la unidad del Pacto y la inclusión de todos los partidos que lo integran. Cuatro (4) partidos hicieron todo lo posible por mantener cerrada la lista y, lo lograron. El resto, 8 partidos quedarán por fuera de esta coalición.

Tres partidos (MAIS, Fuerza de la Paz y Fuerza ciudadana), conociendo de antemano sus marrullas (previéndolas), optaron por conformar listas propias o en coalición con otros partidos.

Un pequeño grupo de partidos, solamente cuatro (C.H., UP, PCC, soy porque somos), inscribieron lista cerrada a Asamblea Departamental del Quindío.

El partido Independientes, lo más seguro estará acompañando a Alianza Verde, pues, su representante, es el compañero permanente de la candidata a la alcaldía de Armenia por Alianza Verde y, fueron ellos, los que consiguieron esa representación. Se presume que lo propio hará el PTC, por tener candidata de los Verdes a la alcaldía de Quimbaya.

Otros partidos, los restantes (Todos Somos Colombia, ADA, Esperanza Democrática, Comunes, y un sector del Polo) inscribieron lista abierta.

Al sector que optó por lista cerrada, poco le importó la unidad, poco le importó implosionarlo. Su miopía (rayando en ceguera política) cree estár seguro que, 4 es mayor que 8, pretendiendo demostrar lo indemostrable. Cree estar seguro que, restando, dividiendo, obtendrán mejores resultados electorales que, sumando, multiplicando.

Poco les importa los resultados, su interés (el de los 4) está centrado en hacerle el favor a otros. Y, cuando hablo de este interés, este propósito, me estoy refiriendo a su máximo dirigente (no sus militantes). Su capacidad de simulación no tiene límites. Esa es otra verdad, que se va volviendo de Perogrullo. Más temprano que tarde quedará al descubierto.

Que sacarán una votación, unos cubiertos con la sombrilla del Pacto, otros en otras coaliciones, eso es innegable, pero, más innegable aún (muchísimo más), los resultados pudiesen ser mayores, si se hubiesen ido unidos, si se hubiese permitido la conformación de una lista abierta con la participación de los 12 partidos que lo integran.

Una lista abierta del pacto histórico hubiese sido garantía de triunfo, dispersos, divididos en varias listas, será la derrota.

(*) Magister en Ciencias Políticas

E-mail: gerencia@bambucomunicaciones.com

gustavo.hernandez@bambucomunicaciones.com

 

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