Sigue la trama siniestra de la Revista Semana contra el presidente Gustavo
Petro y el gobierno progresista del Pacto histórico.
Esta revista es el instrumento de poderosos grupos oligárquicos de poder y
de agencias de inteligencia extranjeras -Cia, Dea, M15, Mossad, alemanes y
franceses- para desestabilizar y destruir la administración del primer
gobierno alternativo y transformador en la historia política colombiana.
Lo que se ha montado es un Lawfare -guerra jurídica- en toda la regla para
enlodar y acorralar al presidente de la republica y propiciar las condiciones
de su salida del cargo mediante una fórmula jurídica y constitucional que ya
seguramente tengan preparada.
El punto más álgido de la actual arremetida son unos audios que recogen
extensas elucubraciones del ex embajador en Venezuela, ex senador liberal
hibrido de Barranquilla, señor Armando Benedetti.
Benedetti es un pintoresco personaje de la política colombiana que se
encumbró a la sombra de su padre, un ex ministro de comunicaciones
relativamente decente y buen columnista de periódicos nacionales.
Sus hijos crecieron, incluido Armando, en medios holgados y con ciertos
privilegios sociales que facilitaron su incursión en la vida política.
El medico se extravió en los negocios con monedas y papeles financieros; y
Armando se dedicó, desde el principio, a la vulgar compra de votos y a la
manipulación de grupos ciudadanos humildes en las periferias urbanas de
Barranquilla y Bogotá. Sus prácticas políticas siempre fueron repugnantes y
cargadas de la más descarada corrupción como le escuche a lideres y
ciudadanos de ciudad Bolívar, en la capital de la república. Su cinismo no
tenia limites, la podredumbre era algo normal en sus incursiones electorales
en Bogotá.
Como se le pego a Uribe Vélez, también lo hizo con Santos. Iba de un grupo a
otro sin ningún rubor. Tenía hígados para todo. Benedetti es de eso políticos
para los que la moral es una mata de mora. La ética para él es un refugio de
intelectuales fracasados.
En los últimos años han sido frecuentes sus escándalos judiciales y en la
Corte Suprema de Justicia se adelantan varios procesos en su contra por
enriquecimiento ilícito y por otras transgresiones penales que siguen
durmiendo el sueño de los justos en las oficinas judiciales.
Con ese olfato de animal montuno aterrizo en la campaña presidencial del
senador Gustavo Petro. A muchos nos cogió de sorpresa. No salíamos del
estupor. Un tipo con todos los antecedentes criminales que tenía encima
llegaba muy orondo a la campaña popular del Pacto Histórico.
Desde el mismo instante que se conoció la noticia nuestra reacción fue de
indignación. Advertimos que este personaje, entre sus varios antecedentes
criminales, tenia el saqueo descarado de los dineros pertenecientes a los
salarios y prestaciones sociales de los educadores del departamento de
Cordoba.
+En Montería, capital de ese departamento, monto una tramoya con
abogados y funcionarios para despojar los recursos de la educación y de los
maestros de esa región del país.
Con el triunfo presidencial del ex senador Gustavo Petro, a Benedetti se le
encargo la Embajada de Colombia en Venezuela. En Caracas parece que hizo
de todo provocando el malestar del gobierno de Nicolas Maduro.
Ahora, esta en el centro del montaje político de la Revista Semana contra el
presidente Petro.
Se conocen unos diálogos de la peor calaña. Lumpénesca. Propios de la
delincuencia.
Benedetti es un lumpen político. Es un estafador callejero que merece todo
nuestro repudio. Su vulgar salida esta siendo utilizada para debilitar al
presidente Petro y sabotear los avances de su gobierno que son evidentes en
distintos ámbitos de la sociedad.
No podemos caer en estas provocaciones y en este juego sucio de políticos
inescrupulosos. Lo que corresponde es cerrar filas con el presidente Gustavo
Petro y enfrentar esta andanada golpista de la poderosa oligarquía
colombiana que quiere retomar los controles de las palancas estratégicas del Estado.