El mandatario comenzó su discurso indicando que reconoce que Colombia hace parte de uno de los países más bellos del planeta. «Allí hay una explosión de vida. Miles de especies multicolores en los mares, en los cielos, en las tierras. Vengo de la tierra de las mariposas amarillas y de la magia.»
No obstante, recalcó que el país ha estado inmerso en una violencia que por años ha cobrado la vida de miles. «Allí en las montañas y valles de todos los verdes, no solo bajan las aguas abundantes, bajan también los torrentes de la sangre. Vengo de un país de belleza ensangrentada. Mi país no solo es bello, es también violento.»
De esta manera, el mandatario aclaró que la producción de coca y el narcotráfico son los principales implicados en que haya violencia en Colombia. «Mi país es bello porque tiene la selva Amazónica, la del Chocó, las aguas, las cordilleras de los Andes, y los océanos. Allí en esas selvas, se emana oxígeno planetario y se absorbe el CO2 atmosférico. Una de esas plantas que absorbe el CO2, entre millones de especies, es una de las más perseguidas de la tierra. A como dé lugar, se busca su destrucción: es una planta amazónica, es la planta de la coca, planta sagrada de los Incas.»
Sin embargo, aclaró que la lucha contra el narcotráfico ha tenido también consecuencias en el Amazonas, la naturaleza y los derechos humanos, debido al uso de quimicos para que la coca no vuelva a surgir en la tierra, así como los castigos contra quienes por diferentes circunstancias viven de la coca. «Como en un cruce de caminos paradójico, la selva que se intenta salvar es al mismo tiempo destruida. Para destruir la planta de coca arrojan venenos, glifosato en masa que corre por las aguas, detienen a sus cultivadores y los encarcelan. Por destruir o poseer la hoja de la coca mueren un millón de latinoamericanos asesinados y encarcelan a dos millones de afros en la América del Norte.»
Por otro lado, aclaró que por años Estados Unidos ha buscado la manera de apoyar y lideras la lucha contra la producción de drogas, no obstante, esto ha tenido graves consecuencias, así como se ha ignorado las afirmaciones de la ciencia. «Destruid la planta que mata gritan desde el norte, pero la planta no es sino una planta más de las millones que perecen cuando desatan el fuego sobre la selva. Destruir la selva, el Amazonas, se convirtió en la consigna que siguen Estados y negociantes. No importa el grito de los científicos bautizando la selva como uno de los grandes pilares climáticos.»
Asimismo, afirmó que no ha evidenciado un verdadero interés en el mundo por salvar la naturaleza, sino más bien ha notado que el mundo está sediento de poder y en continuar con el consumo de drogas. «Para las relaciones del poder del mundo la selva y sus habitantes son los culpables de la plaga que las azota. A las relaciones de poder las azota la adicción al dinero, a perpetuarse, al petróleo, a la cocaína y a las drogas más duras para poder anestesiarse más. Nada más hipócrita que el discurso para salvar la Selva».
A su vez, manifestó que la selva y la vida de quienes viven en ella corren peligro. Esto debido a la manera en la que el mundo y el mismo país ha planteado acabar con el narcotrafico, pues el uso de quimicos destruye vida. «La selva se quema, señores, mientras ustedes hacen la guerra y juegan con ella. La selva, el pilar climático del mundo, desaparece con toda su vida. La gran esponja que absorbe el CO2 planetario se evapora. La selva salvadora es vista en mi país como el enemigo a derrotar, como la maleza a extinguir. El espacio de la coca y de los campesinos que la cultivan, porque no tienen nada más que cultivar, es demonizado».
El mandatario aclaró que uno de los intereses de los gobiernos del mundo es llevar a la cárcel a quienes producen coca. «Para ustedes mi país no les interesa sino para arrojarle venenos a sus selvas, llevarse a sus hombres a la cárcel y arrojar a sus mujeres a la exclusión. No les interesa la educación del niño, sino matarle su selva y extraer el carbón y el petróleo de sus entrañas. La esponja que absorbe los venenos no sirve, prefieren arrojarle más venenos a la atmósfera.
En medio de esto, dijo una frase contundente en la que resalta que Colombia es tomado como un punto de distracción. «Nosotros les servimos para excusar los vacíos y las soledades de su propia sociedad que la llevan a vivir en medio de las burbujas de las drogas. Les ocultamos sus problemas que se niegan a reformar. Mejor es declararle la guerra a la selva, a sus plantas, a sus gentes. Mientras dejan quemar las selvas, mientras hipócritas persiguen las plantas con venenos para ocultar los desastres de su propia sociedad, nos piden más y más carbón, más y más petróleo, para calmar la otra adicción: la del consumo, la del poder, la del dinero.»
Fuente: caracol.com.co