El emblemático director de cine franco-suizo, Jean-Luc Godard, considerado por “Le Monde” como “uno de los mayores cineastas de todos los tiempos” murió el martes 13 de septiembre, a los 91 años, según anunció el diario “Libération”.
Godard provenía de la llamada nouvelle vague, la cual era una nueva ola de cineastas que a principios de los años sesenta revolucionó el arte al imponer una nueva manera de contar la convulsa época.
Fue autor de obras como “Alphaville”,” La Chinoise”, “Yo te saludo, María” o “Adiós al lenguaje”, y el conjunto de su trabajo abarcó más de cien filmes, aunque los más conocidos son los de su primera etapa, junto a personalidades como François Trufffaut, Claude Chabrol, Éric Rohmer, Alain Resnais, Jacques Rivette.
Su larga y brillante carrera cinematográfica incluyó 76 nominaciones a premios, con 51 galardones y llegó a rechazar el Oscar honorífico que quisieron otorgarle en 2010, por considerarlo parte de una industria de la cual rechazaba.
Una de sus últimas apariciones públicas fue en 2018 en el Festival de Cannes, cuando lo hizo a través de una videollamada y de un hora con todos los periodistas: «La democracia moderna, a través de la política, contribuye al totalitarismo y creo que muchos actores hoy contribuyen al totalitarismo de la imagen filmada contra la imagen pensada», dijo entonces quien había sido parte activa del mayo francés del 68.
El presidente francés, Emmanuel Macron, fue de los primeros en reaccionar a la muerte del cineasta: “Jean-Luc Godard, el más iconoclasta de los cineastas de la nouvelle vague, había inventado un arte resueltamente moderno, intensamente libre. Perdemos un tesoro nacional, una mirada de genio”.
De acuerdo a los especialistas, Godard fue, además de un “artista estetizante por momentos”, alguien sobre todo “comprometido políticamente” y con su muerte “se cierra una época”.