La Ruta de la Seda, la milenaria y extensa red comercial abierta por China en el siglo I a.C., y el Qhapaq Ñan, el entramado de caminos que comunicaba el vasto imperio inca, han confluido en la inspiración de un grupo de jóvenes diseñadores de Ecuador para crear piezas de moda con la esencia asiática y andina de esos dos grandes patrimonios de la humanidad.
El Qhapac Ñan, con unos 30.000 kilómetros de vías que conectan a Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, estratégicas para la unificación, crecimiento y organización del imperio inca, ha quedado ahora plasmado en distintos detalles de una serie de trajes que transmiten poderío, paz y armonía.