Un informe largamente esperado de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre lo que China denomina la Región Autónoma Uigur de Xinjiang ha concluido que se han cometido «graves violaciones de los derechos humanos» contra los uigures y «otras comunidades predominantemente musulmanas».
El informe publicado el miércoles pasado, tras la visita de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en mayo, afirma que «las denuncias de patrones de tortura o malos tratos, incluidos los tratamientos médicos forzados y las condiciones adversas de detención, son creíbles, al igual que las denuncias de incidentes individuales de violencia sexual y de género».
La Oficina señala que el informe del miércoles 31 de agosto del 2022, está «basado en una rigurosa revisión del material documental del que dispone actualmente la Oficina, y que su credibilidad está evaluada de acuerdo con la metodología estándar de los derechos humanos».
«Se prestó especial atención a las propias leyes, políticas, datos y declaraciones del Gobierno. La Oficina también solicitó información y entabló un diálogo e intercambios técnicos con China a lo largo del proceso».
Publicado en el último día de los cuatro años de mandato de Bachelet, el informe dice que las violaciones se han producido en el contexto de la afirmación del Gobierno chino de que está persiguiendo a los terroristas entre la minoría uigur con una estrategia de lucha contra el extremismo que implica el uso de los llamados Centros de Educación y Formación Profesional o campos de reeducación.