Latinobarómetro es un estudio de opinión pública que aplica anualmente alrededor de 20.000 entrevistas en 18 países de América Latina representando a más de 600 millones de habitantes.
En la medición 2020 se analizaron la confianza en las instituciones, en la democracia, y en la Iglesia, registrando los siguientes datos: La confianza en la iglesia alcanza 61%, en el Gobierno 27%, en el poder judicial 25%, en el congreso 20%, en los partidos políticos 13%. Estudio del cual se concluye que, Las instituciones peor evaluadas de las democracias latinoamericanas son, el Congreso y los partidos políticos.
| CONFIANZA EN INSTITUCIONES DE LA DEMOCRACIA
MÁS LA IGLESIA |
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| INSTITUCIÓN | LATINOAMERICA | COLOMBIA |
| IGLESIA | 61 % | 65% |
| GOBIERNO | 27% | 25% |
| PODER JUDICIAL | 25% | 23% |
| CONGRESO | 20% | 14% |
| PARTIDOS | 13% | 11% |
Fuente: https://www.latinobarometro.org/
De los datos anteriores se puede colegir que es demasiado precario el nivel de confianza de los ciudadanos en sus instituciones. En Colombia es muchísimo más bajo, pues, el nivel de confianza en el gobierno y el poder judicial es del 25% y 23%, respectivamente. y, esa desconfianza está ligada a la corrupción galopante que ha permeado todas las instituciones. De ahí, la creciente creencia que se tiene de una justicia que discrimina: al pobre lo castiga con prontitud, mientras esconde la Ley para los corruptos. Y qué decir del gobierno, a todos los niveles, donde actúan bandidos de cuello blanco, cerca de 50 billones de pesos se roban, anualmente, del presupuesto público. Si se mete a la cárcel a los corruptos, se les amarra sus excrementosas manos, no habría necesidad de más impuestos, ni reformas tributarias. No nos falta dinero, nos sobran ladrones y, sobre todo, de cuello blanco. Armenia y el Quindío, no son la excepción; el culmen se da aquí, en este territorio gobernado por fanfarrones de procelosas actuaciones.
Ni qué decir del nivel de confianza del Congreso y los partidos políticos, casi nulo (14%, 11%, respectivamente), donde el poder de soborno y concusión están al orden del día, he allí el verdadero almendrón. Los que, con dineros de dudosa procedencia; los que, convirtieron en un festín los dineros públicos y, con ellos se hicieron elegir, hoy son los flamantes “padres de la patria”.
Un botón solo de muestra. En las pasadas elecciones de Congreso la alcaldía de Armenia, usó indebidamente los recursos públicos para colocarlos al servicio de la campaña del candidato “PEREA”, el candidato del alcalde nominal (JOSE MANUEL RIOS) y del real (TOTO).
Durante enero y febrero de 2022, periodo de campaña electoral, aplicaron muy bien la máxima de los orientales: “Es mejor tener necesitados que agradecidos”. Se produjeron 3.000 contratos de tres y cuatro meses (contratación directa) en alcaldía, EPA EDUA, IMDERA y CORPOCULTURA, por un valor cercano a los 30.000 millones. (fuente: SIA OBSERVA). Astronómica cifra que demuestra el nivel de impudicia y criminalidad al que llegaron; contratos, cuyo objeto, fue la prestación de servicios y apoyo institucional, en teoría, porque, en la práctica, no fueron más que contratistas (activistas) al servicio de la campaña electoral de la lista de Cambio Radical. La mayoría de esos contratistas, ya no están empleados, hoy vuelven a ser necesitados, y listos para las próximas campañas que se avecinan. Un trato indigno y burlesco de estos soberanos medioevales que quieren devorarse los sesenta mil millones de pesos de empréstito que les aprobó el concejo a finales del año 2.021; recursos que comprometen y ejecutan ellos, para que los pague la próxima administración.
Igual situación ocurre con los recursos que aspiran recaudar derivados de la actualización catastral (120. Mil millones de pesos) que como las aves carroñeras se lanzan tras la presa, el presupuesto oficial, y, a trompicones se piensan devorar.
Fuente: 1. https://www.latinobarometro.org/
- https://siaobserva.auditoria.gov.co/
Por: José Gustavo Hernández Castaño
Magister en Ciencias Políticas
Foto:eltiempo.com
