Foto: elcolombiano.com
Los falsos positivos es uno de los episodios más oscuros del conflicto en Colombia en el que los militares ofrecían trabajo a jóvenes de clases bajas para llevarlos a otras partes del país y asesinarlos, después de esto eran presentados como guerrilleros muertos en combate y así conseguían incentivos y premios de los superiores.
La fiscalía colombiana imputará cargos al general retirado Mario Montoya, ex comandante del Ejército, por su presunta responsabilidad en 104 casos de ejecuciones conocidas como “falsos positivos” entre los cuales hay cinco menores de edad, se informó el día de ayer.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en el mes de febrero, elevó a 6402 la cifra de personas que fueron muertas ilegítimamente para ser presentadas como bajas en combate, en el período entre el 2002 y el 2008 que corresponde al gobierno de Álvaro Uribe, del cuál Montoya fue comandante del Ejército entre el año 2006 y 2008.
Según un documento de la Fiscalía, Montoya será imputado por el delito de “homicidio agravado en concurso homogéneo y sucesivo en 104 ocasiones en concurso heterogéneo con ocultamiento alteración o destrucción de elemento material probatorio”.
Según lo investigado por ese organismo, “el general Montoya comunicó las directrices del Ministerio de Defensa y del Comando General de las Fuerzas Militares a las unidades del Ejército pero no las aplicó”, por lo que siguió evaluando a los comandantes por el número de muertes reportadas en combate.
En esa línea el incumplimiento de la directiva de las fuerzas militares derivó en 104 homicidios reportados por unidades de Ejército de las divisiones primera, segunda, tercera quinta y séptima como muertos en combate.