El país registró una temperatura histórica de 47 grados centígrados.
Para hacerle frente al clima caliente, se llevó a cabo una siembra de nubes que consiste en separar y esparcir sustancias en el aire para aumentar las precipitaciones.
El país de Oriente Medio está desarrollando tecnologías que permitan mayor registro de lluvias en su territorio. Por ello, el país prueba drones que provocan lluvia artificial gracias a una aplicación de descargas eléctricas en las nubes.