lunes, septiembre 9, 2024

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Editorial 68: TRAZOS DE HISTORIA POLITICA DEL QUINDIO (3) La Secretaría de Educación, un fortín político

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Por: José Gustavo Hernández Castaño (*)

En la década de los años 90s del siglo XX, tres grupos políticos compartían (no se disputaban) el poder político del Departamento. (1)

Antes de cada elección, tres líderes: Carlos Alberto Oviedo Alfaro del partido Conservador, Alba Stella Buitrago de la ANAPO, y “el taita”, Don Emilio Valencia del partido Liberal, se reunían para ponerse de acuerdo cómo dividirse las alcaldías de los 12 municipios y la Gobernación del Departamento, en una de las fincas de Don Emilio, o sentados a manteles en “ la Fogata”, el restaurante predilecto de los políticos, donde se aderezan, las mejores comidas, los mejores asados y, también, se cocinan los mayores acuerdos y los más ocultos secretos de la política regional.

Para la misma época fue de conocimiento público el acuerdo político de los tres Congresistas, de estas tres facciones políticas, para repartirse las entidades públicas del orden Nacional y los auxilios parlamentarios.

Varios periodos, varios años, más de una década de repartición por acuerdo y de control político hegemónico, de estos tres líderes, de estos tres grupos políticos (2). (de ellos haré posteriormente un escrito)

Tal como lo anuncié en escrito anterior, me ocuparé hoy, del fortín político del grupo de Don Emilio, en las Secretarías de Educación y de manera puntual, la de Armenia.

Por varios años, durante varias administraciones, iba y venía en la secretaría de Educación de Armenia, el mismo secretario, largo periodo durante el cual se fue anidando un emporio, un verdadero fortín político del MIL, el grupo político de ““el taita”.

Desde su fundación los llamados colegios Nacionales, sobre todo, los de última creación, el INEM, Colegio Nacional Jesús María Ocampo y CASD, los congresistas del Departamento tuvieron demasiada influencia en los nombramientos de sus profesores y sobre todo de sus Rectores. Eran verdaderas cuotas políticas de los congresistas del momento. (3)

Históricamente el sector educativo, en lo laboral, ha estado influido por quienes han tenido el poder político Regional. La vinculación laboral de los docentes ha sido permeada, en gran parte, por este flagelo.

Así como para ser vinculado en la policía, en la década de los años 50s del siglo pasado, había que contar con la recomendación del directorio conservador, los maestros también, para su vinculación en la misma década y siguientes, debía pasar por la recomendación del directorio y el líder político más influyente (liberal o conservador), en el momento.

En el año 2.001, La planta del personal docente estaba congelada, la educación adolecía serias dificultades y un manejo clientelar del vínculo de los docentes; su vinculación, no se hacía de manera directa por la Secretaría de Educación, si no, por tercerización, bajo la modalidad de contrato por prestación de servicios (casi el 60% de la planta de personal), a través de una cooperativa con oficinas en la misma sede del directorio político de Don Emilio, de la carrera 13. Un hecho completamente irregular, pero, así era; la fuerza de la costumbre, de ese manejo clientelar, produjo tremenda birria, semejante adefesio.

Todos los docentes debían pasar el primer filtro, el colador más importante, el examen político. Llevaban cerca de una década, procediendo de la misma manera.

Don Emilio, como Congresista, como líder político, interpretaba cabalmente su papel de intermediario de las demandas de los ciudadanos, ante el Estado; ejecutaba con maestría este rol.

No hay que olvidar que uno de los mayores empleadores es el Estado; las entidades públicas, es la apetecida presa, el alimento que nutre a los politiqueros y el que les permite reproducirse electoralmente.

El fortín de la politiquería, desde siempre, también hoy, está en las provisionalidades, en los llamados LN (puestos de Libre Nombramiento y Remoción) y en la exorbitante contratación, bajo la modalidad de prestación de servicios profesionales y de apoyo. Y, que decir, de la tercerización que hacen las S.A.S. y cooperativas de trabajo asociado.

No recuerdo exactamente la cifra, pero, el número de contratos que se hacían bajo esta modalidad de tercerización, oscilaba entre los mil y los dos mil contratos, mas cercana la cifra a lo segundo. Un verdadero fortín político y electoral que se manejaba desde su directorio político.

El Secretario de Educación de la época, había sido colocado en esta Secretaría para servir fielmente a su jefe político; no era más que la correa de transmisión de la orientación y la decisión política que se tomaba en el directorio político de la carrera 13.

En el primer año (2.001) mi labor fue preparar el desmonte, en términos legales, de ese fortín político entronizado en la Secretaría de Educación Municipal. Y, se logró, enfrentando ese poder político y también el otro poder político, el del Sindicato de Educadores, que convivía (cohonestaba consciente o inconscientemente) con esa situación.

De ambos me gané la animadversión, más del primero que del segundo; del segundo, sobre todo de su dirigencia, de la cual me había separado a comienzos de los años 90s.

Me correspondió desmontar este negocio y, otros, que les rentaba económica y políticamente. Por ejemplo, las permutas libremente convenidas y el traslado nombramiento de los docentes, figuras jurídicas permitidas en la ley y convertidas en negocio en su ejecución.

Los traslados nombramientos además del tráfico de influencias políticas, era también, negocio de algunos, pues, para lograrlo de un departamento lejano hacia el Quindío, el docente debía acudir a uno u otro mecanismo (tráfico de influencias políticas o pago de coimas).

Las permutas libremente convenidas se realizaban, en mayor medida, entre el Departamento. La figura y el procedimiento era sencillo: un docente (X) a la edad de retiro forzoso (65 años, entonces, hoy, es a los 70 años), antes de retirarse, negociaba, con otro, de un municipio lejano (Génova, Pijao u otro) una permuta libremente convenida, por la cual, debía pagarle una suma (para la época se hablaba de un valor cercano a los cinco millones). Negocio para ambos, para el que se retiraba recibiendo la coima, para el trasladado, disminuyendo sus gastos diarios y mensuales, de transporte y manutención.

El 2 de enero de 2.001, me encuentro con el último acto administrativo del anterior Secretario de Educación del municipio de Armenia, el cual pasaba a serlo en el Departamento. Acto administrativo de más de 100 traslados nombramientos y permutas libremente convenidas firmado por él, el 30 de diciembre del 2.000.

En trazos posteriores, escribiré lo relativo a las notas (1) (2) (3).

(*) Magister en Ciencias Políticas

E-mail: gerencia@bambucomunicaciones.com

gustavo.hernandez@bambucomunicaciones.com

 

 

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