Por: José Gustavo Hernández Castaño (*)
No conocer el ABC de la política, nos puede convertir en ingenuos o hasta ignorantes del ejercicio mismo que ello encierra.
Unos son los negociantes, otros los políticos, otros los que gobiernan. A veces, muchas quizás, los primeros cooptan a los segundos y a los terceros. Otras, los segundos y los terceros se convierten en los primeros. Unos y otros, hacen del ejercicio político, un negocio.
Los primeros tienen la bolsa, bolsa que obtuvieron en negocios turbios o desfalcando a las entidades del Estado, a los municipios. Para desfalcar a las entidades públicas los primeros acuden a los terceros y la intermediación de los segundos, acompañados y asesorados de profesionales del derecho, especialistas en buscarle el quite a las normas, es decir, hacerle torcidos al derecho.
En términos más claros, conforman una sociedad de hecho (a todas luces criminal), que se apropia de los recursos públicos, es lo que viene ocurriendo, de tiempo atrás. Son violadores de la ley con nivel social respetable (concejales, diputados, contratistas, ingenieros, abogados, profesionales) es decir, “delincuentes de cuello blanco”.
Los ciudadanos de Armenia y del Departamento, esperamos de los nuevos gobernantes, un actuar independiente y autónomo, en la dirección de un buen actuar, defendiendo el interés general de los ciudadanos.
Señor Gobernador, señor alcalde (electos), protegidos por la ley, investidos por el mandato ciudadano que los eligió, gobiernen con un nuevo equipo y con su programa y plan de gobierno. Nada que huela al farragoso e inmediato pasado.
En el Departamento hay profesionales de todas las disciplinas, preparados, estudiosos, con conocimiento de lo público y, con talante para administrar, para conformar un buen equipo. No se dejen encerrar por los lagartos de siempre, aduladores de profesión, “encantadores de serpientes” que solo buscan lograr sus propósitos, los de ellos; lagartos que son amigos de todos y de todo; lagartos de profesión que, dicen saberlo todo, toman el color que les conviene y, como los líquidos, adoptan la forma del recipiente que los contiene.
El Departamento y Armenia necesitan gobernantes con autoridad, no genuflexos. Ya no más gobernantes en la sombra, ya no más gobernantes que gobiernan con pistola al cuello.
Acompáñense de las autoridades y de los órganos de control si quieren derrotar la inseguridad y los delincuentes.
Sí, se quieren mejorar los niveles de inversión y de desarrollo de nuestro territorio, hay que sincronizar los Planes de Desarrollo Territoriales, con los ejes estratégicos del Plan Nacional, para potenciar la gestión de recursos en el orden nacional y, por supuesto, mejorar los niveles de entendimiento con el Gobierno Nacional.
Indistintamente de los partidos por los cuales fueron elegidos e independientemente de sus ideologías o formas de pensar, hay que reflexionar y cavilar es en el Departamento y la ciudad Capital, si se quieren direccionar recursos mediante formulación de proyectos que apunten a los ejes estratégicos del agua; el medio ambiente; la reforma agraria y la seguridad alimentaria; mejorar la movilidad, las vías secundarias y terciarias; todos ellos orientados hacia la modernización y el mejoramiento del turismo.
Cuando escribía este artículo, me entero que el alcalde de Armenia, José Manuel Ríos Morales (el ilegitimo elegido de 2.019), cumpliendo órdenes del “otro”, el real, el que gobierna, expidió el decreto 532 del 7 diciembre, convocando a sesiones extras al concejo de Armenia, por 10 días corridos, desde el 11 hasta el 20 de diciembre, para discutir 6 proyectos de acuerdo. Dos proyectos de trámite normal, adición y modificación del presupuesto y de la escala salarial de los empleados y cuatro de un contenido específico y de mayor análisis, estudio, y consenso social.
Regularmente, el concejo es citado a sesiones extras, en diciembre, para mejorar los honorarios de los concejales en este mes, el de mayores gastos del año.
Sin embargo, 4 proyectos deben ocupar mayor espacio, mayor dedicación y amplio debate público que garantice la deliberación pública y social de ellos. Tres relacionados con la adopción de políticas públicas en movilidad sostenible, en cultura “arte y patrimonio” y en cultura ciudadana y, un cuarto, relacionado con la autorización al alcalde para realizar la cesión de bienes fiscales del municipio, a título gratuito.
Estos cuatro proyectos no deben ser aprobados a hurtadillas, deben ser abordados por la próxima administración: el nuevo alcalde, el nuevo concejo (así muchos sean los mismos).
Señores concejales, señores de la sociedad civil, ciudadanía en general, las políticas públicas son políticas de largo alcance, son políticas de mayores niveles de consensuación, gran deliberación y participación ciudadana. No es prudente, ni conveniente, para la ciudad adoptar estas políticas en tan limitado tiempo; de la misma manera lo es, el proyecto relacionado con la cesión de bienes fiscales, el cual requiere mucho estudio, mucho análisis, para evitar feriar a “la topa tolondra” bienes públicos y el patrimonio del municipio.
(*) Magister en Ciencias Políticas
E-mail: gerencia@bambucomunicaciones.com
