El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, acusó este jueves a Occidente de estar armando a Ucrania con el único objetivo de debilitar a Rusia y aseguró que esa política convierte a Estados Unidos y Europa en «parte» de este conflicto.
Lavrov se expresó así en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en la que participaron también los jefes de las diplomacias de las principales potencias internacionales, incluidos el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y su colega chino, Wang Yi.
Sin embargo, en lugar de escuchar a sus homólogos, Lavrov optó por hacer acto de presencia únicamente en el momento de pronunciar su discurso, y abandonó la sala inmediatamente después.
El ministro ruso no hizo mención a los últimos anuncios de su Gobierno, como la decisión de movilizar parcialmente a 300.000 reservistas, pero criticó con dureza el apoyo que países como Estados Unidos y los miembros de la Unión Europea (UE) están dando a Ucrania.
Según dijo, esos países están armando y entrenando al Ejército ucraniano con el «objetivo obvio» de «alargar la lucha lo más posible a pesar de las víctimas y la destrucción con el fin de desgastar y debilitar a Rusia».
«Esa política supone una participación directa de Occidente en el conflicto y les convierte en parte del conflicto», insistió.
Según Lavrov, las fuerzas armadas rusas se enfrentan hoy «no solo a las formaciones neonazis del régimen de Kiev, sino a la maquinaria militar del Occidente colectivo».