Apesar de los disturbios y desórdenes que se presentaron en las afueras del Estadio El Campín de Bogotá la noche del domingo, por gente que quiso ingresar de manera violenta y sin boleta al lugar, los asistentes al concierto de Bad Bunny dijeron que el artista se había lucido.
Salvo algunos retrasos en la programación de la noche, debido a demoras en el montaje del escenario, fueron más los hechos positivos de la presentación de Bad Bunny en Bogotá.
“El cantante se gana lo que vale”, le dijo a este diario uno de los asistentes, quien destacó la impresionante propuesta de escena del reguetonero puertorriqueño, con una combinación de luces robóticas, juegos pirotécnicos y un sonido “impecable”.
Pero además, los asistentes aplaudieron el carisma de Bunny, quien no solo cantó todas las canciones de su último álbum y muchísimas más de su amplio repertorio, sino que se entregó a su público.
Uno de los momentos más emotivos del espectáculo fue cuando el cantante se monta sobre una palmera y vuela en círculo alrededor de todo el estadio, en un acto generoso de que todo su público pueda verlo y gozarlo de cerca por unos minutos.
Así mismo, resaltó que el cierre del concierto está cargado también de una fuerza y una energía singular, cuando Bunny canta la canción ‘Puerto Rico está cabrón’, que refleja las protestas y marchas de descontento que se han presentado en los últimos meses en su isla natal.