Lo impensable, lo inimaginable, el Presidente Gustavo Petro, en estos primeros cien días de gobierno ha demostrado su capacidad de liderazgo, y su autoridad para dirigir los destinos del país.
Cuando en tiempo de campaña se pensaba que Petro haría un gobierno radical de izquierda, de aguas turbulentas, de profundas transformaciones, todo cambió y dio un giro, en lo político, a un sereno transcurrir, volviendo las aguas a su cauce normal.
Desde su discurso el día en que fue elegido mostró con su talante el camino de lo que sería su gobierno; y, en estos cien días, ha dado muestras de un gobierno de transición democrática, reconocido por algunos como de revolución pacífica y por otros como un gobierno que encauza el país por el sendero de una democracia moderna.
Con su llamado a un acuerdo nacional y la incorporación de varios partidos, llamados del establecimiento, a un gobierno de unidad, ha dado ejemplo de civilidad y de una clara postura socialdemócrata.
Estos cien días han transcurrido en medio de una cerrada oposición de los grandes medios de comunicación, los que se han convertido en la verdadera oposición, defendiendo los intereses de los grandes grupos empresariales que son sus dueños.
No puede pensarse que en cien días haya desaparecido la polarización que se dio en la campaña y cuyos resultados así lo confirmaron, al ser elegido con el 50,44 % del voto de los colombianos. Sin embargo, que la encuesta Invamer registre que el 49,7 % de los colombianos aprueba la gestión de Petro y la reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría, hable que la imagen positiva de Gustavo Petro llega al 61 % es un indicador que todavía se mantienen esos niveles cercanos de polarización con una leve tendencia favorable al gobierno.
En tan poco tiempo se ha hecho mucho, veamos:
Consiguió atraer para la agenda legislativa a casi todos los partidos que no lo apoyaron en las elecciones, Liberal, Conservador, de la U, y así conformar una sólida mayoría en el Congreso, conformando una coalición multicolor construida bajo el paraguas del cambio.
Adelanta un proceso de reestructuración de las Fuerzas Armadas y de Policía, para que abandonen la teoría del enemigo interno y la sustituyan por la teoría de la Seguridad Humana, colocando en el centro de su accionar la vida de los ciudadanos y la defensa de los derechos humanos.
Inicia su gobierno con un equipo de Ministros, bien preparados académicamente, con experiencia en lo público, unos, e inexpertos otros, los que han venido pasando de la comodidad que da mirar los toros desde la barrera a pararse en el centro del ruedo.
Otro gran acierto, lograr en el congreso la aprobación de una reforma tributaria para «la igualdad y la justicia social», que va a ser progresiva y la cual se inicia con 20 Billones de pesos y termina recogiendo cerca de 100 billones en los cuatro años, un verdadero triunfo del gobierno. Con ella puso en el centro de la discusión, el justo principio de que quienes posean más riqueza sean quienes paguen más impuestos. Ley orientada a que el Estado cumpla a cabalidad su función social de redistribuir equitativamente la riqueza, respaldando al abandonado campo colombiano e impulsar la pequeña y mediana industria. También, se orienta a solucionar carencias de amplios sectores de la población, en lugar de actuar para incrementar el patrimonio de los más poderosos.
Otro logro, la ley de paz, el marco jurídico para la paz. Esta ley le permite al gobierno adelantar negociaciones con grupos insurgentes y planificar el acogimiento a la justicia de organizaciones delincuenciales. Ya empieza a materializarse con la reanudación de negociaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN, el próximo lunes 21 de noviembre, con un equipo gubernamental de variada orientación ideológica y política, el cual encabeza el ex M-19, Oty Patiño, y del cual hace parte también el dirigente de FEDEGAN y líder conservador, José Félix Lafaurie.
Otros logros, otros aciertos importantes, de los cuales se verán sus resultados cuando empiecen a implementarse:
la puesta en marcha del nuevo sistema de salud, la Atención Primaria en Salud; el proyecto ambicioso de la reforma rural integral; la toma de los bienes de la extinción del dominio en la Sociedad de Activos Especiales; la instalación de 62 Puestos de Mando Unificados para la protección de los derechos humanos y la vida de los líderes y lideresas sociales en los municipios más afectados por la violencia.
En cuanto a la política exterior Priorizó el cambio de la política de relaciones con Venezuela, dando apertura de la frontera, cerrada desde agosto de 2015, y el restablecimiento de las relaciones políticas y comerciales. Este restablecimiento ayudará al proyecto de ‘paz total’
Su política exterior independiente, hace que Colombia recupere el lugar perdido en el concierto de países de América Latina y el mundo. Ha puesto énfasis en el fracaso de la guerra contra las drogas y la necesidad de priorizar políticas de prevención, tratamiento y despenalización; así mismo, en proteger la selva amazónica y enfrentar la crisis ambiental del planeta con medidas globales.
El posicionamiento del Gobierno Colombiano en el ámbito internacional en torno al tema del calentamiento global y la crisis climática, en el marco de la Asamblea de Naciones Unidas en septiembre y la intervención el 7 de noviembre en Egipto en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27). Además, el logro de un primer compromiso de 25 millones de dólares para la protección de la Amazonía. Y en esta perspectiva medioambiental, es importante destacar la aprobación en el Congreso del acuerdo de Escazú.
Por último, otro de los grandes aciertos del Gobierno de Petro es la construcción del Plan Nacional de Desarrollo, con una amplia participación ciudadana, a través de los Diálogos Regionales Vinculantes.
Las que siguen son las reformas política, laboral, salud, y pensiones. El año próximo estarán en el centro de la discusión nacional.
¿Dónde han estado las falencias del gobierno Petro?
Ha carecido de una estrategia clara de comunicaciones. Este ha sido quizás el talón de Aquiles del gobierno. Sus propuestas y sus políticas han carecido de una estrategia pedagógica para socializarlas. No basta tener la razón, hay que saber comunicar; es indispensable diseñar estrategias para que los habitantes del país sepan lo que se está haciendo. Los grandes medios, su principal opositor, publican notas tendenciosas contra el gobierno, para hacerle daño y entorpecer sus acciones, día a día, gota a gota.
Dificultades siempre van a existir, “No hay cielo sin nubes, ni paraíso sin serpientes”, como dice el conocido refrán. Pero, toda la desinformación no confrontada causa grietas en la credibilidad.
En resumen, aún es bastante prematuro para descalificar un gobierno que apenas comienza, y para quienes claman presurosamente por cambios radicales.
Por: José Gustavo Hernández Castaño (*)
(*) Magister en Ciencias Políticas