Tres grandes carpas se han levantado en la isla de Randall (entre los barrios de Harlem y Queens) y están listas para acoger a los inmigrantes que están llegando a Nueva York en una oleada sin precedentes en los últimos años.
Según pudo comprobar EFE, las carpas, ubicadas en una zona de parking rodeada de bosques, estaban listas para acoger a los inmigrantes, a quienes se esperan este miércoles; en total, según ha explicado la Alcaldía, servirán para alojar a 500 personas, por el momento todos hombres.
Una gran carpa central sirve de «zona común», y en ella se ubica el comedor, una zona de entretenimiento con televisores o mesas de ping pong, otra zona con teléfonos donde pueden comunicarse con sus familiares, otra con lavadoras de ropa más una pequeña enfermería a la que llegan en primer lugar para pasar un test de covid.
Si alguno de ellos da positivo, hay una decena de casetas de metal prefabricadas donde se les envía en aislamiento; para los demás, hay otras dos carpas que sirven como dormitorio y donde se alinean decenas y decenas de catres que recuerdan a un dormitorio de campaña militar, y que cuentan con sistemas de climatización.
El martes por la tarde, el alcalde Eric Adams hizo una visita al lugar, y volvió a repetir el mensaje de que la ciudad siempre tendrá las puertas abiertas, aunque la presión que supone sobre su sistema de asilo hizo que la semana pasada declarara el estado de emergencia.