La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR)se unieron hoy a las llamadas a la comunidad internacional para que combata la hambruna que amenaza con asolar Somalia este otoño, que podría ser peor que la que en 2011 mató a 260.000 personas.
«Podemos evitar esa hambruna si los países miembros toman partido», destacó en rueda de prensa en Ginebra el responsable de ACNUR en Somalia, Magatte Guisse, quien señaló que los dos años de sequía que sufre ese país y otras zonas del Cuerno de África han causado más de un millón de desplazados.